Las empresas que despertaron con malas noticias durante mayo, hace unos años se posicionaban dentro de las mejores y prometedoras. Hoy, ya están declaradas en quiebra.
La mala racha apareció cuando la Fed anunció que elevaría la tasa de interés como una medida para frenar la inflación, pero también fue el momento en que frenó a las empresas, pues a pesar de que lucharon por meses contra el aumento de intereses, llegaron a un punto donde cada vez tuvieron más dificultad para refinanciar préstamos y bonos, así que cayeron en una crisis crediticia y de deuda.
Ni siquiera lograron refinanciarse por la falta de pago de crédito que hubo en las instituciones financieras. Como sabemos, si no se pagan los créditos, los intereses se desbordan de la cuenta y al final resulta una deuda impagable.
Empresas en quiebra:
¿Por qué es relevante? En tan solo 48 horas quebraron todas, es el periodo más activo de bancarrotas que se ha visto desde el 2008, según datos de Bloomberg sobre empresas con al menos $50 millones de dólares en pasivos. Así se ven las declaraciones en quiebra en lo que va de este año, mira la gráfica:
Todas ellas solicitaron la protección por bancarrota bajo el capítulo 11 de las leyes mercantiles en Estados Unidos. Además de que la petición debe aprobarse por un juez porque primero se debe revisar el plan de la reestructura y después anunciar su decisión en una audiencia, este proceso puede tomar meses o incluso años. Es tiempo que quizá no tengan las empresas.
Ante los ojos de las calificadoras…
Moody’s espera que los incumplimientos de las empresas con deuda de grado especulativo incrementen al 4.9% para marzo del 2024, en comparación del 2.9% de fines del primer trimestre del 2023.
Por otro lado, S&P Global tampoco predice un buen panorama, pues especula que la tasa de incumplimiento para las empresas con calificación «basura» llegará al 4% para fin de año.
Para este artículo nos enfocaremos en la empresa que en algún momento se pensó que sería el futuro de los medios, el unicornio que podría convertirse en un caso de éxito: VICE Media Group.
Suroosh Alvi, Shane Smith y Gavin McInnes la fundaron en 1994 bajo el nombre de Voice of Montreal, con la promesa de ser un medio de comunicación digital gratuito fuera de lo convencional y enfocada a un público juvenil. Meses después cambiaron el nombre a Vice y este medio logró destacar de entre el resto.
Ante los ojos de Shane Smith, como la empresa había alcanzado tanta popularidad, en el 2016 mencionó que llegaría a valer $50.000 millones de dólares para el 2020, era un monto que veía posible porque para ese momento ya contaban con 3 mil empleados, tenían un canal de televisión por cable, una agencia de publicidad y dos programas en HBO.
¿Sabías que incluso estaba en la mira de Disney? Quería comprar Vice por 3 mil millones de dólares… pero este sueño no se volvió realidad.
La inversión que no tuvo que ser
En el 2017 los inversionistas de capital privado invirtieron alrededor de $450 millones de dólares en Vice Media y Shane Smith creyó que era la oportunidad para alcanzar una cotización pública.
El grupo de capital privado TPG fue uno de los responsables en dicha inversión y buscaba una oferta inicial o una venta millonaria.
TPG y los fundadores de Vice vieron desaparecer el dinero y se quedaron en cero.
Su valoración pasó de ser de $5.700 millones de dólares en el 2017, a $300 millones de dólares en el 2023.
¿El problema de todo esto? Aceptaron a un fondo de inversión como su inversor, aún sabiendo que su giro era de medios digitales y, por ende, ambos mundos tenían objetivos y negocios diferentes. Para TPG se trataba de invertir, aumentar el valor y vender, sin fijarse en el mediano plazo y mucho menos en la una empresa de comunicación digital.
¡Ojo! TPG hizo bien su trabajo en salvar a aerolíneas quebradas, a bancos y en apostar por empresas como Airbnb, Uber y Spotify, simplemente los medios digitales no fueron su fuerte. Esto quedó como una lección para Vice, debe conocer a sus inversionistas.
Su segundo chance está en manos de un instrumento casi nuevo: SPAC
Esta declaración no representa el fin, aún tiene una pequeña esperanza para poder reestructurar su deuda, encontrar un inversor que la quiera ayudar y retomar su rumbo.
Vice tiene en mente una fusión con el SPAC Special Purpose Acquisition Company por $3,000 millones de dólares. Aquí entran las empresas que se listan en mercados públicos y que no tienen operaciones, con el objetivo de adquirir o fusionarse con otra empresa y que ésta cotice en bolsa. Es un instrumento ideal porque hace más eficiente y rápido el proceso en comparación de lo que lo hace una OPI tradicional que tardaría entre 12 y 18 meses.
Apenas en el 2020 los SPAC vivieron su mejor momento:
Durante el 2021 han alcanzado 206 salidas con un monto total de $64.376 millones de dólares alrededor del mundo. Aunque en Estados Unidos funciona de maravilla y es un mercado dominante, este modelo aún no funciona en México porque es un territorio desconocido y nada más se han podido listar 2 empresas desde el 2020. A medida que avance el tiempo y sean más empresas las que salgan victoriosas con esta fusión, quizá México también pueda salvar a las que se encuentran en crisis.
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