Un portafolio, es un conjunto formado por los diferentes instrumentos -objeto de inversión- que tiene una persona.
Así, armar la cartera de inversiones es una tarea que, aunque puede incluir la orientación de un consejero financiero -si desconocemos la materia financiera-, depende del perfil de cada persona, entendiendo por esto último: sus objetivos y conocimiento del mundo financiero hasta su tolerancia al riesgo, al momento de elegir su portafolio de inversión.
Para decidir en qué instrumentos invertiremos nuestro capital, es necesario hacer una labor que incluye elementos de nuestra naturaleza humana: la manera de identificarlas sería a través de preguntarnos, por ejemplo: ¿Qué objetivo tengo? ¿cuál es mi tolerancia al riesgo? y ¿qué opciones de inversión conozco que existen en el mercado?
Tales preguntas tienen que ver con lo que somos y deben reflejarse en nuestra cartera de inversión.
Enumeramos a continuación algunos criterios a considerar en la conformación de nuestro portafolio.
Mi objetivo de inversión
Es importante determinar lo que quieres alcanzar con tu inversión: «si trazas metas es más fácil visualizarlas y menos difícil de alcanzarlas».
Debes determinar tus prioridades para de ahí formar la cartera de inversión. No es lo mismo tener como objetivo la compra de un automóvil que ahorrar para la educación de tu hijo o el retiro.
Mi capacidad de ahorro
Para realizar cualquier tipo de inversión es necesario poseer un excedente financiero el cual se logra mediante el ahorro. Es conveniente que revises tus gastos y analiza la manera de controlarlos, con el fin de tener una mayor capacidad de ahorro.
La liquidez necesaria
Debido a que no es posible controlar todas las situaciones que rodean a una persona, recomendamos -en todo portafolio de inversión- mantener un porcentaje de liquidez que permita afrontar tus imprevistos.
Mi horizonte de inversión
El diseño de una cartera de inversión depende, en gran medida, del plazo en que mantendrás la inversión, el cual está sujeto a la etapa del ciclo de vida en la que te encuentras, y del objetivo que te haz propuesto alcanzar: para una persona joven el objetivo puede ser adquirir una vivienda, en cambio para un adulto ahorra para su retiro. Cada individuo tiene diferente horizonte de inversión.
De acuerdo al tiempo de inversión que te haz fijado, se puede determinar el riesgo asimilable. Un ejemplo: si la inversión será de largo plazo -tres años-, debes invertir hasta un porcentaje con el cual no te sientas incómodo y en instrumentos de renta variable, como las acciones. Está comprobado que en el largo plazo han presentado mayores expectativas de rendimiento.
Mi conocimiento de los instrumentos financieros que existen en el mercado
Es importante conocer las características y el funcionamiento de los instrumentos en los que vas a invertir, de lo contrario tendría algunas sorpresas desagradables.
No debes olvidarte que una buena inversión es aquella que por lo menos ser mantenga el poder adquisitivo de su patrimonio: el rendimiento debe superar la tasa esperada de inflación.
Diversificar
La diversificación cobra gran importancia en el diseño de una correcta estrategia de inversión, ya que, además de permitirte reducir significativamente el riesgo asociado con los instrumentos, da la posibilidad de tener expectativas reales en rendimientos. » No poner todos los huevos en la misma canasta».
Ejemplo de la importancia de la diversificación en una inversión: si partimos del supuesto de que una persona con un perfil conservador invierte todo su dinero en instrumentos de deuda con la expectativa de mantener el poder adquisitivo de su dinero. El otro supuesto es que surge una devaluación. Ante esas condiciones, los rendimientos esperados alcanzarán -al menos – los niveles de inflación, sin embargo, debido a la devaluación sufre una perdida en los rendimientos reales.
Conclusión: parte de la cartera debería haberla invertido en instrumentos de cobertura cambiaria.
Mi perfil
No obstante que el «horizonte de inversión» puede ayudar a estimar el riesgo que puedes asumir, éste está determinado por la expectativa de rendimiento que se desea obtener: a mayor rendimiento el riesgo es más elevado y a la inversa.
Si se considera lo anterior tendrías fundamentos para no sentirte incómodo debido a la volatilidad de los diversos instrumentos financieros.
En síntesis: la manera de invertir con más inteligencia y efectividad se basa en como eres. Así lograrás alcanzar tu libertad financiera.
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