Resumen de Mercados Comenzó el último trimestre de 2024 en donde a pesar de no existir reunión por parte de la Fed ni de Banco […]
Diversificar tus fuentes de ingreso es la mejor estrategia para gozar de finanzas personales a prueba de crisis. La mayoría de las personas obtienen todo su ingreso de un empleo o la prestación de un servicio lo que las coloca en una posición vulnerable ante una posible pérdida de empleo o cambios en la economía que impacten negativamente su flujo de recursos financieros.
Esto han tenido que aprenderlo todas las generaciones (de los baby boomers a los centennials) porque ya les ha tocado vivir al menos una crisis que ha golpeado, en mayor o menor medida, sus fuentes de trabajo y nivel de ingresos.
Diversifica tus ingresos
Contar con dos o más fuentes de ingreso resta vulnerabilidad, proporciona estabilidad y fortalece las finanzas.
Son las remuneraciones recibidas por desempeñar un trabajo o prestar un servicio en el que se participa activamente (intelectual y materialmente) en una corporación o negocio propio.
Diversificar el ingreso activo no siempre resulta fácil porque si una persona tiene un empleo con excelente remuneración y debe dedicarle buena parte de su tiempo, difícilmente podrá pensar en hacerse de un segundo empleo.
No obstante, por muy bueno que sea el ingreso, depender de una sola fuente potencia el riesgo de una posible pérdida del empleo y, si no tiene un fondo para hacer frente a emergencias, la posibilidad de caer en indefensión financiera.
La alternativa es trabajar en la diversificación de las fuentes de flujo de efectivo sumando ingresos pasivos que puedes obtener poniendo a trabajar tu dinero al invertir en instrumentos financieros (bancarios y/o bursátiles), rentar una propiedad (inmueble) o participar con recursos financieros en un negocio, entre otras opciones.
Aunque este tipo de ingreso no demanda la participación material de las personas, sí es el resultado de un ingreso activo previo pues denota un esfuerzo de planeación del gasto para generar ahorros susceptibles de ser invertidos en los mercados financieros e inmobiliario, por citar unos ejemplos.
Ejemplos de ingresos pasivos son los intereses obtenidos en cuentas de ahorro de alto rendimiento e inversiones en acciones que pagan dividendos, instrumentos de deuda, renta de propiedades, participación como socio en una empresa sin involucrarse en su operación y administración, adquiriendo acciones de fondos de inversión y fondos cotizados en Bolsa (ETFs), canalizando una suma periódica de dinero a planes de ahorro e inversión a través de una institución financiera, regalías por creaciones literarias o contenidos en la red, etcétera.
Mientras más temprano accedas a los ingresos pasivos mayores serán sus beneficios en la estabilidad y fortaleza de tus finanzas personales. Diversificar con fuentes de ingreso activas y pasivas, es la clave.
|
Resumen de Mercados Comenzó el último trimestre de 2024 en donde a pesar de no existir reunión por parte de la Fed ni de Banco […]
La relación comercial que hay entre México y Brasil ha crecido en los últimos años, apoyándose mutuamente para el crecimiento tanto de sus economías como […]
El próximo 5 de noviembre se van a llevar a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde el expresidente republicano Donald Trump y la […]