Las vacaciones de verano llegaron a su fin y el regreso a clases para tus hijos de secundaria, preparatoria y universidad puede ser el principio de un sólido aprendizaje de cómo administrar su dinero.
Darles una mesada o asignación semanal, quincenal o mensual para que se hagan cargo de cubrir sus gastos relacionados con la escuela como refrigerio, transporte (pasaje) o gasolina y estacionamiento -en caso de que ya maneje su propio coche-, así como material escolar básico, les ayudará a aprender y desarrollar sus habilidades financieras al tener que planear y ajustar sus gastos a la cantidad que reciban.
Es normal que en las primeras semanas o meses no puedan evitar caer en números rojos, sin embargo, “normalizar” el eterno rescate financiero por parte de los padres puede afectar significativamente su disciplina y la adopción de hábitos financieros responsables.
Conversa con tus hijos sobre lo que significa la mesada, las responsabilidades que tendrán que asumir, el monto idóneo que deberían recibir (de acuerdo a los gastos estimados) y lo que pasaría si se queda sin dinero antes de su siguiente asignación.
Limitar los “rescates” financieros, por parte de mamá y papá, los harán más responsables y cuidadosos con la administración de su dinero, y entre más mayores van siendo, más disciplinados deben ser para adquirir hábitos financieros que los conduzcan a alcanzar sus objetivos de ahorro y metas (de corto, mediano y largo plazo) en su edad adulta.
Presupuesto personal
La mesada es un excelente ejercicio para que tus hijos aprendan y desarrollen sus habilidades en la administración con su propio dinero. Ayúdalos a elaborar un presupuesto de su mesada estudiantil: semanal, quincenal o mensual. Muéstrales como haces y llevas el presupuesto familiar. Claro está que el de ellos va a ser más sencillo (no hay deudas ni ahorro e inversión) porque el objetivo primordial es que aprendan a administrarse y que sus gastos no superen el monto de su asignación.
Es importante hacer énfasis en el control que deben llevar de sus gastos y en que diferencien los necesarios de los deseos. Por ejemplo, no es necesario ir todos los días a la cafetería de moda y consumir bebidas “caras”. Hazlos tomar conciencia en relación a que consumir marcas (ropa, calzado, etcétera) no los define como personas, que el dinero no es infinito y que deben cuidar su gasto para cumplir su presupuesto. Si por alguna razón se queda sin recursos antes de recibir la siguiente mesada bríndales opciones para que generen más ingresos y puedan cubrir su gasto excedente antes de pensar en aumentar su mesada.
Aprender desde muy jóvenes la administración responsable del dinero los conducirá a ser adultos financieramente sanos, que adecuen su estilo de vida a su ingreso, que no recurran a deudas onerosas que, a la larga, sean impagables y limiten su capacidad de creación de riqueza. La mejor manera para que los niños entiendan y valoren el dinero es tengan y administren su propio dinero.
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