Terminemos de una vez con un mito que escuchamos por todos lados:
Los mexicanos NO ahorramos
Si bien es cierto que una parte de la población vive “al día” y sus recursos son insuficientes para desarrollar el hábito del ahorro, 8 de cada 10 personas sí ahorran, según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Lo que pasa es que se continúa ahorrando fuera del sistema financiero formal, ¿qué quiere decir? Que optamos por métodos que no nos brindan ningún beneficio, ni en temas de seguridad, ni de retribución.
Y este último punto es lo que nos hace creer que no ahorramos.
¿A qué me refiero? El hábito del ahorro tiene que estar pensado a partir de una meta. Nadie ahorra “porque sí”. Más bien habría que plantearnos “¿para qué quiero ahorrar?”.
Y ahí sí, existen diferentes mecanismos que permiten cumplir nuestras diferentes metas de ahorro.
El problema es que seguimos creyendo que las tandas y las alcancías siguen siendo una forma efectiva para ahorrar.
El ahorro en casa y el uso de tandas son los dos mecanismos más utilizados por los ahorradores informales (28% y 14% respectivamente).
Según la Condusef, 29% de las mujeres utilizan el ahorro en casa y 16% las tandas en mayor proporción que los hombres, quienes prefieren el préstamo entre particulares.
El ahorro informal se destina a los mismos usos que el ahorro formal; sin embargo, para el informal, los gastos personales ocupan el primer sitio (38%), seguidos por las emergencias o imprevistos (27%) y la educación o salud (23%).
Ahora, si es muy importante pensar en para qué quiero ahorrar, para pensar en el producto que te conviene.
Cuentas bancarias.- Actualmente los bancos ofrecen este tipo de productos sin que te cobren ninguna comisión por tener tu dinero guardado. Eso sí, toma en cuenta que no te dará ningún tipo de rendimiento, pero podrás tenerlo en un lugar seguro, pues las cuentas de ahorro están garantizadas por el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) que ante una situación de quiebra del banco, podrás recuperar tu dinero.
Cuentas a plazo.- Dependiendo de la meta que te plantees, por ejemplo, compra de útiles escolares por regreso a clases, vacaciones de Semana Santa, inicio de año, podrás contratar algún producto de inversión a diferentes plazos. Estas cuentas ya te ofrecerán algún tipo de rendimiento, dependiendo de la institución con la que te acerques.
Seguros.- Te permiten hacer inversiones de largo plazo, mientras cuentas con protección en caso de fallecimiento, de tal forma que vas a ahorrando y aunado a ello tienes protegida a tu familia.
Fondos de inversión.- Si se trata de inversiones de largo plazo, como la universidad, los XV años de tu hija, la compra de una casa e incluso el retiro, puedes optar por productos que te permitan realizar inversiones de largo plazo de acuerdo a tus necesidades y tu perfil.
Afore.– Es importante que para diversificar tus inversiones y “no poner los huevos en la misma canasta”, te acerques a productos con los que muy probablemente ya cuentas como es el caso de la Afore y a los que no les damos la debida atención.
Siempre asegúrate de que las instituciones a las que confíes tu dinero estén debidamente vigiladas por las autoridades mexicanas y recibir asesoría y la información completa sobre el producto, cuenta o servicio que estás contratando
Claudia Castro
Periodista especializada en temas financieros, de empoderamiento de mujeres y madres. Directora de las plataformas digitales @hablemosddinero y @charlasdemamas
Contar con el dinero suficiente para cubrir necesidades y deseos contribuye al bienestar físico y emocional de las personas. No poder para pagar las facturas […]
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