Ahora bien, para empezar a invertir es importante que te conozcas muy bien. De hecho, cualquier institución financiera a la que acudas en busca de opciones de inversión, indagará información como tu edad (para saber en qué etapa de tu vida financiera te encuentras y cuáles son tus necesidades), si tienes experiencia o no en el tema de inversiones, tus fuentes de ingreso y montos, el destino que le dará a tu inversión (objetivo o meta a alcanzar), cuánto tiempo planeas dejar tu dinero invertido (plazo), tu expectativa en cuanto a rendimientos y el nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir para alcanzarlos, entre otros factores.
Recabar toda esta información permite a la institución financiera conocer tu perfil de inversionista y con ello, ayudarte a diseñar la estrategia de inversión idónea para la consecución de tus metas y potenciar tu patrimonio.
En el mercado financiero se manejan tres perfiles básicos de inversionista (aunque algunas instituciones financieras pueden manejar otros más):
– Conservador: Desea preservar su inversión, aunque está dispuesto a aceptar pequeñas fluctuaciones en el valor de su inversión inicial por períodos menores a un año.
-Moderado: Acepta fluctuaciones negativas, incluyendo posibles pérdidas en su inversión inicial en el mediano plazo (1 a 2 años), con el fin de obtener tasas de rendimiento más altas a las que podrían ofrecer los instrumentos bancarios tradicionales y los instrumentos de deuda.
-Agresivo: Quiere que sus inversiones le generen los mayores rendimientos posibles y para ello está dispuesto a aceptar fluctuaciones negativas por períodos mayores a dos años e incluso la posible pérdida de su inversión inicial.
Y tú, ¿Con cuál te identificas?
El perfil de inversionista de una persona cambia con su meta a alcanzar (plazo) e incluso con su edad. Regularmente se asocia el perfil agresivo con los más jóvenes, porque en las primeras etapas de su ciclo financiero de vida, no cuenta con tantas responsabilidades como sí las enfrentara una persona de entre 35 y 45 años, además de disponer de un horizonte de inversión más largo; no obstante, esto no tiene que ser necesariamente de esta manera.
La encuesta “¿Qué piensan los Millennials mexicanos del ahorro para el retiro?” publicada por la Consar en febrero de 2017, reveló que 6 de cada 10 encuestados se identificó como un “inversionista conservador”; es decir que hoy los más jóvenes priorizan la seguridad en la inversión de sus recursos por lo que están dispuestos a aceptar un menor rendimiento. Otra Encuesta, realizada por Scotiabank en 2016 en torno a cómo invierten los mexicanos las utilidades que reciben cada año, reveló que solo el 13% de los encuestados lo invierte en productos financieros; y de éstos, un 71% lo hace en fondos de inversión y 11% en instrumentos bancarios, como pagarés.
Es muy probable que este año, la inversión vuelva a colocarse como el último destino de ahorro de los mexicanos, y la razón volverá a ser, una vez más, la falta de conocimiento del sistema financiero y de sus productos, así como del perfil de inversionista que cada persona tiene.
Los millenials muestran cierta mejoría en materia de educación financiera, aunque todavía existen brechas relevantes de conocimiento sobre conceptos básicos de tasas de interés, interés simple y compuesto, tasa de interés real, inversión y aversión al riesgo, entre otros.
Te dejamos algunos tips que debes de tomar en cuenta antes de tomar la decisión de elegir algún producto de inversión:
-Define tus metas y objetivos de inversión.
-Determina los plazos atendiendo a tu capacidad de ahorro.
-Elije instrumentos de inversión acordes a tu perfil de inversionista.
-Compara opciones en cuanto a rentabilidad y comisiones a pagar.
-Mantente al pendiente de la evolución de tus inversiones.
-Domicilia tus inversione