Una persona me contaba recientemente que ella tenía el hábito de ahorrar desde hace mucho tiempo. Que le gustaba gastar, darse sus gustos, pero también era muy previsor.

Aunque es una historia difícil de encontrar y un caso de éxito que a quienes nos dedicamos a esto de las finanzas nos gusta tener para presumir que sí se puede, lo primero que pienso es que me da gusto que haya gente consciente del manejo de su dinero.

Y cuando hablo de conciencia en el manejo del dinero, no debe confundirse con gastalones contra “codos”, sino que se trata de darle el valor justo a los recursos que nos ganamos a través de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo.

Por lo tanto esa persona me preguntaba en qué le recomendaba poner sus ahorros, si poner un negocio o invertir.

Así que vamos a analizar de manera general lo que representa tomar una u otra decisión. Si estás pensando en poner un negocio, por supuesto que es una de las alternativas para independizarte y realizar tus sueños con todos los retos que implica emprender en este país. Pero hay que tener muy claro que tiene que haber un claro compromiso por el negocio, estar dispuesto a arremangarse y construir algo desde cero, apostar con todo, creer y estar dispuesto a aprender cosas que van más allá de nuestro talento y lo que damos por hecho que ya sabemos.

Pero si no tienes todavía un proyecto que te despierte esa pasión, porque eso es algo indispensable para cualquier emprendedor, una alternativa sin duda es la inversión.

Aunque se habla poco de los fondos de inversión porque en México no tenemos esta cultura de invertir en el mercado de valores, seguimos creyendo que es para gente “adinerada”, las empresas o personas expertas; cada vez las instituciones financieras están acercando más estos productos al público en general y qué bueno, porque vistos como instrumentos de mediano y largo plazo son de gran relevancia cuando se trata de poner a trabajar nuestro dinero en lugar de tenerlo guardado “debajo del colchón”.

Por supuesto tiene que ser a través de entidades reguladas, recordemos también que cada vez es más frecuente encontrar, sobre todo en la red, empresas fantasmas que terminan defraudando a los clientes al pedirles depósitos para luego desaparecer.

Las empresas que manejan fondos de inversión son instituciones financieras que deben estar reguladas bajo las leyes mexicanas y una vez considerado esto, el siguiente paso es elegir un portafolio de acuerdo a nuestro perfil de inversionista.

¿Qué es esto? 

Una persona recién casada, sin hijos, no tiene las mismas necesidades que tiene un padre de familia con jóvenes en la universidad o alguien que está próximo al retiro.

Por eso es que los asesores te ayudan a definir tu perfil de inversionista, lo que más te conviene de acuerdo al momento de vida en el que te encuentres parado y con base en eso diseñar una estrategia de inversión.

Por último, mi recomendación es diversificar tus inversiones o lo que es lo mismo, no poner los huevos en la misma canasta. Si tienes ahorros o si estás a punto de tener un ingreso adicional por aguinaldo y época decembrina, por ejemplo, no metas todo a un fondo de inversión, busca diferentes opciones para no comprometer todo tu dinero en un mismo lugar.

Y sí aún no te decides a ahorrar, deseo que esta historia te sirva de inspiración, porque a ¿cuántos de nosotros no nos gustaría saber que tenemos un dinero, un guardadito? y ponernos a pensar qué hacer con él, en lugar de pensar, ¿cómo le haremos para llegar a la quincena?

Claudia Castro

Periodista especializada en temas financieros, de empoderamiento de mujeres y madres. Directora de las plataformas digitales @hablemosddinero y @charlasdemamas.