Empezar un nuevo año siempre nos motiva a querer hacer cosas nuevas y diferentes, nos causa ilusión el poder plantearnos metas y objetivos, pero muchas veces necesitamos cerrar ciclos y avanzar en nuestras vidas para poder enfocarnos en lo nuevo.

¿Has podido cerrar ciclos?

Tal vez suena complicado, pero, así como desechamos ropa, movemos muebles o nos damos una ducha energética para recibir el nuevo año, también debemos cerrar ciclos y realizar cambios en nuestra vida personal para darle paso a nuevas experiencias.

DA EL PRIMER PASO

Las personas tendemos a aferrarnos a lo conocido, por más negativo que sea, pero un ciclo no se puede cerrar hasta que esté completado y únicamente podamos sanar los retos que quedan de este.

Muchas veces vivimos del recuerdo, puede ser muy doloroso para olvidarlo o tan positivo como para dejarlo ir; debemos ser conscientes de que la vida es un constante cambio y siempre podremos encontrar distintas formas de vivir, tú decides dar el primer paso para cerrarlo.

¡No te aferres!

ACEPTA

Debes admitir que todo los que nos pasa en nuestras vidas forman parte de nuestra experiencia, no por nada nuestros abuelitos son una fuente de conocimientos, ellos han vivido más que nosotros y han aprendido (algunos no tanto) a vivir y a aceptar las experiencias que les tocó vivir, porque la mejor forma de aprender es reconocer el papel que jugamos en esta vida y tomar el rol que queremos jugar.

Por lo tanto, es necesario permitirnos vivir esa tristeza que traen consigo algunos finales y despedirnos de esa realidad que está por desaparecer.

APRENDE

Por ahí dicen que un clavo saca a otro clavo, no estoy tan de acuerdo, ¿tú sí?

Los ciclos no se cierran dando la espalda a lo que sucedió. Lo que debemos hacer es un balance de lo que vivimos en ese proceso. Identificar lo bueno, los momentos más relevantes; incluso lo malo, ya que muchas veces aprendemos cayéndonos y tropezando en el camino, porque no podemos seguir sin decir adiós a ese ciclo que está en nuestra cabeza, que nos hace darle la vuelta una y otra vez, es tiempo de decir adiós y darle la bienvenida a nuevas personas, nuevas experiencias, nuevas sensaciones, nuevas sonrisas, y decepciones también, porque eso nos hará fuertes y nos hará crecer como personas.

AGRADECE

De nada sirve que cerremos ciclos si no agradecemos por nuestro crecimiento personal, porque después de vivir una experiencia, siempre habrá oportunidad de reflexionar sobre nuestros actos y decisiones, descubrir si hicimos lo mejor o que pudimos haber hecho, pero eso es lo que llaman madurez; para mí la madurez es simplemente aprender a valorar nuestra vida, darle importancia a aquellas cosas que verdaderamente debemos darle dicha importancia, de aprender de nuestras experiencia y a ser mejor cada día.

DISFRUTA

Y por último y no menos importante, disfruta tu vida, no te quedes enfrascada en lo pasado. Mejor da un giro de 180° y descubre que a tu alrededor existen personas que te quieren, que puedes respirar y hacer todo lo que se te antoje, siempre y cuando te quites esa carga que traes encima…

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Dejar atrás el pasado no es renunciar a él, es aprender a vivir con ese miedo o con esas alegrías, y crecer, hacernos más fuertes y abrazar lo nuevo que la vida nos tiene planeado.

Todos tenemos algo que nos gustaría cambiar o desaparecer; pero al leer este artículo te puedes dar cuenta que ya diste el primer paso, sé fuerte y trata de cerrar todos tus ciclos.

¿TE ATREVES?