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Las nuevas generaciones tienden a reconocer los mismos derechos y capacidades en hombres y mujeres, lo que hace más fácil el acceso al mercado laboral y a puestos de alto nivel, independientemente del género.
Sin embargo, nadie puede decir hoy que existe igualdad y equidad de género. Las mujeres continúan siendo discriminadas para ocupar puestos de alta responsabilidad, ganan menos que los hombres en puestos iguales y su conocimiento y comprensión de los mercados financieros es menos profundo que el de sus pares masculinos, lo que inhibe su potencial de creación de riqueza personal.
Lograr la igualdad y equidad de género es una tarea en la que gobierno (con políticas públicas), sociedad y familia necesitan involucrarse. Comprométete a criar hijas fuertes, emocional y financieramente, adoptando reglas y comportamientos dirigidos a empoderarlas
¿Qué puedes hacer a nivel familiar?
a) Erradica el patriarcado incentivando la participación de todos los miembros de la familia en las tareas del hogar sin distinción de género.
b) Fomenta la autoestima de tus hijas. Reconócelas, haz que se sientan bien consigo mismas y orgullosas de lo que son capaces de hacer. Estudios apuntan que las mujeres tienden a sentirse inseguras y a subestimar sus habilidades para lograr puestos laborales directivos y aspirar a mejores remuneraciones.
c) Otórgales las mismas oportunidades de formación académica que a los varones. Es vital que se preparen para salir al mundo laboral con competencias y capacidades para crear y lograr su independencia financiera.
e) Incrementa su cultura financiera para que sean capaces de tomar decisiones informadas y eficaces en la construcción de su riqueza personal. Una encuesta realizada por la firma de servicios financieros Fidelity encontró que solo el 20 % de las mujeres encuestadas dijeron sentirse lo suficientemente preparadas por sus padres para administrar las finanzas como adultas. Establecer metas financieras de corto, mediano y largo plazo es vital para lograr su libertad financiera en todas las etapas de su vida.
d) Enséñales la importancia de generar su propio dinero, de hacerlo crecer a través de la inversión. Invertir permite que las mujeres tengan las mismas oportunidades de acumular la misma riqueza que los hombres.
Es muy cierta la frase con la que inicia este texto “Cuando una mujer es financieramente independiente, tiene la capacidad de vivir la vida en sus propios términos”. Muchas mujeres, al depender financieramente de su pareja, son sometidas a tratos de humillación, denostación y violencia (financiera, psicológica o física). La seguridad financiera empodera a las mujeres y les da la libertad de vivir su vida en sus propios términos, aumenta su poder de decisión y confianza en sí mismas.
Ser financieramente fuerte implica que una mujer tiene la capacidad de mantenerse económicamente sin depender de otra persona (generalmente su pareja). Para garantizar su seguridad financiera deben conocer sus finanzas, ahorrar, planificar su futuro e invertir conforme a metas de corto, mediano y largo plazo.
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